(Por: David Meza Ramírez) Cada semana están ahí, en las
páginas centrales de los medios de comunicación, desplegados a doble
plana, a color, de los caros, de las que cuestan miles de pesos, si no en la
contraportada o en alguno de los forros.
Sus eventos son diversos, a como
de la imaginación de los “cerebros” que aconsejan, que orientan, que
dictaminan; regalan pescados, cobijas, despensas, medicinas, casas, agua
purificada, lo que vaya saliendo, según sea la “necesidad” o según sea la
oportunidad.
Los enormes carteles en la ciudad
porteña dan testimonio de la inversión en imagen, del deseo dominante de que
los conozcan, de que el pópulo sepa quines son y lo que están haciendo, son,
“LOS OTROS PRESIDENTES”.
No hay nada oculto, nada que no
se sepa, quieren el poder, la silla que hoy ocupa el alcalde Alejandro Zepeda,
todo mundo sabe el fondo y el transfondo de esta inusitada actividad
filantrópica, el objetivo es el palacio municipal de Peñasco.
Y no hay límites ni
restricciones, los costales de dinero parecen no tener fondo, habrá que ver al
final cuantos millones se invierten en estos propósitos políticos que en el
camino se han ido disfrazando de sociales, pero la gente contenta, feliz,
alegre, cada semana es un jolgorio, hoy en una colonia, mañana en otra, la
ruleta de la suerte parece alcanzar para todos, el carrito de la alegría no se
detiene, gasolina sobra.
A poco más de un año de tener que
entregar los bártulos municipales a quien resulte ganador de la próxima
elección, para Alejandro Zepeda cada vez resulta más difícil llevarse las
primeras planas, la “competencia” por los reflectores es mucha y desigual, el
munícipe tiene que lidiar a diario con los problemas propios de un gobierno;
falta de recursos económicos, inseguridad, innumerables peticiones de servicios,
agua, luz, drenaje, pavimentación y además, los problemas políticos. Mientras
que LOS OTROS PRESIDENTES solo saborean las maduras; parecen “santocloses”,
cargados de regalos, ¿quién les puede decir algo?
Pero todo está acordado, es parte
de un mismo proyecto, para Zepeda incluso resulta benéfico que estas
agrupaciones estén trabajando a ese ritmo, son como una válvula de escape ante
las interminables necesidades de un pueblo en pleno desarrollo como el de
Peñasco; por eso al presidente legítimo no le molesta que le roben cámara, todo
está platicado él también va a buscar el siguiente escaño, la Diputación Local
por el Segundo Distrito.
A LOS OTROS PRESIDENTES incluso
la ley les asiste, no hay nada malo en ayudar, eso lo sabemos todos, lo moral o
lo inmoral es otro tema, un tema que tampoco está en discusión. Una laguna en
la Ley Estatal Electoral, en la Ley Federal Electoral ha resultado este asunto
de las ASOCIACIONES CIVILES o de los GRUPOS DE SERVICIO SOCIAL, que están
siendo utilizados por los políticos o por los ciudadanos con deseos de aspirar
a un cargo de elección popular, como plataforma para dar a conocer su imagen,
sus nombres, sus perfiles y sus capacidades de gestión ante un pueblo inerme,
agobiado por una crisis económica que parece no tener fin, un pueblo
necesitado, urgido de ayuda, que los recibe, lógicamente, con los brazos
abiertos.
En Peñasco la oposición no hay
dicho nada, o ha dicho muy poco al respecto de este tema, les están pasando por
encima, la aplanadora no les ha dado chance ni de respirar, mucho menos de
objetar. No pueden competir con dinero, o no quieren, para el caso es lo mismo;
además no solo se ocupan billetes, también se requiere sapiencia, visión,
capacidad, liderazgo, unidad y voluntad; condimentos escasos hoy en día entre
la clase política que no ostenta el poder. Para cuando quieran reaccionar
seguramente será demasiado tarde; la ventaja que les llevan ya es mucha.
También dentro de palacio
municipal hay quienes no pierden la esperanza de salir postulados como candidatos
del PAN a la presidencia municipal y sus prácticas, al igual que los que están
afuera son las mismas, recursos para imagen y acciones en beneficio del pueblo,
con una condicionante, la sospecha de que pudieran estar utilizando dinero
público para propósitos personales, ese, es otro tema.
La fiesta regalona seguirá
seguramente durante los meses que vienen, la noticia ahora es que Ernesto
“Kiko” Munro y Rubén González han unido esfuerzos, donde parece que el segundo
ha cedido ante el primero, desde luego, con sus respectivos acuerdos. Pareciera
que con esto ya no hay nada que discutir, solo esperar el día de la elección,
pero el viejo adagio de que “en política nada está escrito” es una sombra que
se paseará permanentemente en los pensamientos de más de un peñasquense.
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